Superespecialistas

La Medicina es una ciencia en constante crecimiento. El número de publicaciones, congresos y noticias médicas ha crecido de forma exponencial en los últimos 50 años. Y no digamos con el advenimiento de Internet, y la cantidad de información, muy fácil de obtener, que ha puesto en nuestras manos.

De forma inevitable, los médicos hemos tenido que recurrir a la superespecialización, por la que centramos nuestros principales esfuerzos, no ya en una especialidad médica, sino únicamente en una parte muy específica de dicha especialidad. Y esto sucede sobre todo con especialidades muy amplias, como la Obstetricia y Ginecología. No en vano, yo he dedicado los últimos años de mi carrera profesional a profundizar en el conocimiento de la patología del suelo pélvico y del dolor pélvico crónico.

Sin embargo, no podemos perder de vista que es bueno mantener un conocimiento mucho más amplio de la materia que estamos tratando, porque nuestras pacientes no se dividen en pequeñas parcelas, sino que son un todo. Y no pocas veces, lo que necesitan es la visión de un médico que se preocupe más por ellas de forma global, que por una patología muy específica.

La figura del médico humanista no perderá nunca su vigencia.

Por eso sigo, con enorme ilusión, formándome en cada una de las partes de mi especialidad, para ser capaz de atender de forma solvente a todas las pacientes que acudan a mi consulta con cualquier problema relacionado con la Obstetricia y la Ginecología. Siempre aportando un trato humano, afectuoso y respetuoso.