Vientres de alquiler

Parece que están aumentando los casos de personas famosas que deciden tener hijos por medio de vientres de alquiler. Como pasa tantas veces, a fuerza de leerlo en la prensa acabaremos por aceptarlo como un hecho normal.

Pero me rebelo contra ello, por dos motivos fundamentales:

Primero porque los hijos no pueden ser un capricho. La ciencia nos ha facilitado conseguir gestaciones al margen de lo que parece esencial, que es un hogar fundado con amor, en el que los niños puedan crecer en un ambiente protector pero también exigente con su desarrollo como seres humanos.

Segundo porque, de alguna manera, se está comerciando con el cuerpo de una persona, que se somete a los riesgos de un embarazo por dinero. Y eso no deja de ser una forma de abuso. Aunque se que existen muchos casos en los que las circunstancias son distintas, y no es justo generalizar, las noticias al respecto me asustan y me obligan a preguntarme hacia dónde nos dirigimos.

(Foto de María Paz Vargas Bagioli, en Flickr)

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